Tras las festividades navideñas, nos encontramos con la ocasión perfecta para depurar el cuerpo con el Festival de las Siete Hierbas, Nanakusa no sekku (七草の節句). Cada 7 de enero, en Japón, es tradición comer un arroz caldoso (parecido al okayu) hecho con varias plantas que ayudan a facilitar la digestión. Esta costumbre se remonta a la corte imperial del periodo Edo y utiliza esta cantidad en concreto al estar considerado este número como una cifra mágica. Superstición o realidad, lo cierto es que este plato, similar a unas gachas de arroz, ayuda a descansar al estómago después del Osechi ryori -también es una comida aconsejable en caso de algunas indisposiciones-. Y, si hacemos caso de antiguas creencias también sirve para alejar la mala suerte  y  atraer la longevidad. A los numerosos beneficios que se le atribuyen, hay que añadir su fácil elaboración, ya que sólo requiere de la preparación del arroz y de las hierbas, previamente cocidas y troceadas, y únicamente acompañadas por un poquito de sal. Este es el único toque de sabor que sazona el plato y que la convierte en una ligera comida.

Ilustración by Rie Nicheco

Entre los principales ingredientes que se suelen encontrar ahora para preparar este plato encontramos nabo, rábano y distintas variedades de ortiga, apio o hierbabuena, entre otras especies, siempre asociadas a usos curativos y medicinales. Remontándonos en el tiempo, se considera que las primeras hierbas utilizadas eran las de temporada. Sin embargo, ahora es más común oír referirse a ellas como “Hierbas de primavera”, como una alusión a la siguiente estación, la primavera, símbolo del florecimiento de la vida. Esta tradición pervive con mayor fuerza en los pueblos aunque para que nadie se quede sin su Nanakusa no Gayu (así es como se conoce esta comida), los supermercados ya se encargan de poner a la venta las hierbas necesarias previamente empaquetadas.

Aquí están las siete hierbas usadas en Nanakusa Gayu:

  1. Seri  (せ り) / gota de agua
  2. Nazuna (な ず ぺ ぺ ぺ ぺ ぺ ぺ ぺ) / Monedero de pastor
  3. Gogyo (ご ぎ ょ /) / Cudweed
  4. Hakobera (は こ べ /) / Pamplina
  5. Hotokenoza (ほ と け ざ /) / Nipplewort
  6. Suzuna (す ず か · か か) / Nabo
  7. Suzushiro (す ず 大 大 · 大 大) / rábano de Daikon

Para quienes conocen esta tradición y se hallan fuera de Japón siempre resulta un poco más complicado conseguir los ingredientes deseados, por ello, también se admiten variaciones de este plato, utilizando;

  • Cilantro, Albahaca, Perifollo, Cebolletas, Hinojo, menta, Berro, etc.

RECETA Nanakusa no sekku (七草の節句)

Ingredientes

Para las gachas de arroz
  • ¼ de taza de arroz japonés de grano corto sin cocer (1/4 taza = 50 g)
  • 250 ml de agua (250 ml = 1 taza + 1 cucharada)
  • Sal (al gusto)
  • Aceite de Oliva Virgen Extra Arbequina Premium
Nanakusa (Siete hierbas)
  • paquete de Nanakusa Set (fresco o liofilizado) (o 7 hierbas de su elección, cortado en trozos pequeños)

Instrucciones

Hacer las gachas de arroz
  1. Agregue 1/4 taza (50 g) de arroz de grano corto en un  tazón y enjuague con agua corriente mientras frota suavemente el arroz con las manos. Repita hasta que el agua salga clara y drene. Remoje el arroz en la olla durante al menos 30 minutos y luego drene el agua por completo en un colador por unos minutos.
  2. Vuelva a poner el arroz en la olla y agregue 250 ml de agua. Cubra la olla y hierva a fuego medio alto.
  3. Cuando hierva, baje el fuego a la temperatura más baja. Abra la tapa y mezcle suavemente con la cuchara una vez, asegurándose de que el arroz no se pegue al fondo de la olla.
  4. Cubra la tapa y cocine a fuego lento el arroz durante 25-30 minutos. Durante este tiempo, no abra la tapa ni mezcle el arroz
  5. Después de 25-30 minutos, apague el fuego y deje que hierva durante 10 minutos. El arroz debe ser suave y espesado.
Hacer Nanakusa Gayu
  1. Agregue nanakusa (fresco o liofilizado) y mezcle suavemente. Espolvorea la sal y riega con AOVE Nobleza del Sur Arbequina Premium al gusto. ¡Disfrutar!

Deberíamos  incluir en nuestra lista de propósitos del Año Nuevo una cierta dosis de moderación, sobre todo en las comidas navideñas que nos obligan a recurrir a una pequeña “ayudita” para compensar los excesos gastronómicos. Mientras tanto, seguiremos recurriendo a los remedios tradicionales que tanto bien han hecho y continúan haciendo. Algo tan sencillo como dijo en su día Benjamin Franklin: “para alargar la vida, acorta tus comidas”.